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Vértigo y paisaje en la piedra colgada

A tan tres horas de Bogotá, se encuentra un sitio relativamente apartado y muy tranquilo para visitar en familia en un plan de un día, con una ruta agradable, unas vistas increíbles, muy bien organizado y que nos brinda la posibilidad de enfrentar el vértigo (con muchísima seguridad). Se trata de la Piedra Colgada, en Susa (Cundinamarca)

Ruta

Llegar al Parque Ecoturístico la Piedra Colgada es muy sencillo, saliendo por Bogotá al norte, tomando la ruta 45A por Chía, variantes de Cajicá y Zipaquirá, todo en doble calzada y con bastantes obras aún en curso. Luego del peaje Casablanca, ya es una sola calzada, se sube a Sutatausa y Tierra negra y se baja a Ubaté. Allí se sigue por la vía que va a Fúquene y se llega a Susa.

La ruta normal que sugiere Google Maps desde Bogotá hacia la Piedra Colgada

Desde ahí existe la posibilidad de tomar caminos destapados. Google y Waze normalmente sugieren ir casi hasta Simijaca por pavimentada antes de tomar las destapadas. En esa zona hay muchas vías destapadas entre las fincas y entre tantas bifurcaciones es fácil confundirse, pero no es grave, pues usualmente las bifurcaciones conectan más adelante con un mismo camino. Eso sí, algunas de esas pueden ser difíciles de transitar para automóviles, entonces, antes una Y, suele ser mejor tomar el lado que se vea menos difícil.

Una de tantas bifurcaciones en el camino de vías destapadas hacia la Piedra Colgada
Una de tantas bifurcaciones en el camino de vías destapadas hacia la Piedra Colgada

Si el carro y el ánimo lo permiten, tomar las opciones difíciles resulta divertido también. Algunos tramos cuentan con “encintados” o “placa huella” para facilitar el tránsito. En el camino, se supone que se pasa por una piedra llamada “la cara del indio”. Realmente vimos muchas caras imaginarias en la ruta, formadas en esas bellas piedras incrustadas en la montaña, pero no supimos cuál era la “oficial”.

Finalmente llegamos a la entrada del parque, muy bien señalizada y con un amplio parqueadero.

Experiencia

Habíamos visto muchos videos acerca de este lugar, visitado con frecuencia y recomendado por todo tipo de viajeros. Sin embargo, las fotos nos sugerían una experiencia más extrema de lo que estamos acostumbrados (vértigo y largas caminatas) y la ruta parecía difícil en algunos tramos, como si fuese apta sólo para 4×4. Decidimos hacer este paseo con la mente abierta y dispuestos a tantear ambas cosas, siendo la mayor parte de la ruta, una muy conocida y querida por nosotros.

Los paisajes de esta parte de Cundinamarca son realmente hermosos, la montaña, la laguna, los sembrados, las fincas de ganado lechero y en general el bello paisaje campesino. En la ruta tomamos algunas de las bifurcaciones difíciles (antes de saber que tenían alternativas más fáciles que conducían al mismo punto) y nos detuvimos para caminar antes de mandar el carro por allí. Al final, lo logramos y fue emocionante y divertido.

Ya en el sitio las expectativas fueron superadas en varios sentidos, pues las caminatas no eran tan difíciles como nos imaginábamos, el vértigo se contrarresta con la presencia permanente de expertos de la defensa civil que facilitan arnés de seguridad y los senderos están muy bien demarcados, no son tan largos y se disfrutan muchísimo, para todas las edades.

La familia a la entrada de la piedra colgada
La familia a la entrada de la piedra colgada

El sitio

El lugar está muy bien organizado y mantenido. El ingreso nos costó $15mil para mayores de 13 y $10mil para menores. El parqueadero cuesta $10mil por vehículo. Hay restaurante y venden snacks, aunque uno puede llevar su propia comida y hacer picnic. Tampoco hay límite de tiempo para recorrer el parque dentro de los horarios habituales, lo cual lo hace aún más agradable para quienes quieren pasar un tiempo contemplando la vista panorámica o haciendo picnic, o bien hacer el recorrido breve y aprovechar para conocer otros lugares cercanos.

El acceso a la punta de la piedra colgada es muy seguro.
Para llegar a la punta de la piedra nos aseguran con un arnés y una escalera de madera que facilita los últimos pasos. (Al fondo uno de los dos equilibristas profesionales que practican sobre la cuerda floja ¡impresionante!)

Nosotros llevamos nuestra comida, entonces no sabemos qué tal era la que allí vendían. Los baños son buenos y las personas que atienden son muy amables. Particularmente las personas de la defensa civil que acompañan específicamente en el punto de la piedra que está colgada al vacío, son muy amables y por un valor mínimo ($10mil para nosotros 4), además de asegurarnos con los arnés y ayudarnos a montar a la piedra, se ubican en un punto específico desde donde las fotos salen espectaculares. Vale la pena hacerlo, pues ellos son muy pacientes y toman las fotos con cuidado y esmero, sin afán.

La postal familiar desde la punta de la piedra colgada
Vista panorámica, con la familia en la punta de la piedra colgada y al fondo la laguna de Fúquene

Durante la caminata, que es muy corta, alrededor de 500-800 metros a cada lado de la piedra, se transita al lado de algunos predios privados de campesinos de la zona, quienes son muy amables. Vimos cultivos de papa y algunas vacas Holstein, típicas de la zona. Hay varios lugares donde se puede parar, descansar e incluso acomodar el picnic y tomar fotos.

Recomendaciones de familia

Si bien llegar es fácil, la última parte (luego de pasar Susa e ingresar a las vías destapadas) puede tonarse difícil por las múltiples bifurcaciones y la poca o nula señal de celular. Una buena práctica es descargar previamente el mapa en Google Maps para que funcione off-line. Al regreso es aún más probable que el mapa no ayude o nos dirija por rutas más difíciles de lo necesario, precisamente porque no hay señal de celular para actualizar el mapa.

Nosotros terminamos haciendo un recorriendo largo casi hasta Ubaté, ya que el mapa nos sugirió la que consideró más corta, a pesar de tener cerca una pavimentada principal, que era un poco más larga.

Ruta de regreso desde la Piedra Colgada, según Google Maps
Esta es la ruta más corta desde la Piedra Colgada hacia Ubaté. Vías destapadas

Si hay tiempo y ánimo, genial, porque se cruzan muchas fincas y paisajes campesinos. A nosotros nos sorprendió el atardecer y la noche por estas rutas. Nuestros hijos cayeron dormidos apenas se montaron al carro y una hora larga después, despertaron y se sorprendieron al ver que aún seguíamos en caminos destapados. Al parecer esto ya es un sello de los paseos de la familia 🙂

Cargar impermeables, cobija y muda extra para estos paseos siempre es buena recomendación, pues no se sabe cómo va a estar el clima. En esta ocasión, lo único que usamos fue una de las cobijas para quien tenía frío. El día estuvo soleado y no necesitamos ni el impermeable ni la muda extra.

Caminando al atardecer de regreso
Al atardecer, regresando recargados a la entrada del parque luego de recorrer los senderos y apreciar las hermosas vistas

Tener paciencia. En el sitio sí se siente vértigo y para algunas personas el arnés y la foto toma tiempo. A veces vivimos de afán y queremos todo rápido; ocasiones como esta son propicias para intentar ser conscientes de nuestro ritmo y aquietarlo, disfrutar la sensación controlada del vértigo, tomar muy buenas fotos y escuchar los sonidos de la montaña. El colaborador de la defensa civil le propuso a uno de mis hijos gritar para apreciar el eco de la montaña y eso fue también divertido.

Aquí les dejamos un resumen de nuestra experiencia en video:

Otros recursos

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