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Desierto de La Tatacoa

Vista panorámica – Desierto de la Tatacoa – Valle de los deseos

La Tatacoa, que realmente no es un desierto sino un bosque seco tropical que se ve como desierto por el color, la fauna y la flora, representa un atractivo interesante para un paseo con muchas posibilidades de planes y rutas. Hemos ido ya 3 veces, en planes distintos y podríamos volver pronto.

Ruta

La ruta tradicional para llegar de Bogotá es yendo hacia Neiva (Bogotá – Girardot – Espinal – Guamo – Natagaima y Villavieja, con paso obligado por Neiva si no se desea tomar vías secundarias). Sin embargo, para quienes disfrutan de caminos menos transitados, hay distintas vías alternas que no agregan mucho kilometraje (de hecho lo reducen) aunque sí agregan tiempo y el paso por unas vistas hermosas, viejas vías de tren, túneles y el cruce de río en ferry.

La parte interesante de la ruta que hicimos la última vez inició en Natagaima, donde desviamos unos metros hacia el llamado “paso los Ángeles” que ofrece un cruce en ferry hacia Jardín.

Mapa de nuestro recorrido por vías alternas Natagaima – Villavieja

Se podría seguir por la ruta secundaria y pasar por un resguardo indígena en Tinajitas, pero nos dijeron que la ruta era complicada, así que cruzamos el río ida y vuelta (por vivir la experiencia del ferry) y retomamos la ruta por la vía principal desde Natagaima hasta Guayabal, donde desviamos hacia el paso por Golondrinas, que incluye un viejo túnel y un puente sobre el río Magdalena, realmente fantásticos.

Esta ruta nos da acceso al desierto directamente (sin tener que ir hasta Neiva) luego de pasar por Potosí y La Victoria, llegando al valle de los deseos y finalmente a Villavieja, en un recorrido de aproximadamente 60 kilómetros. Nuestro lugar de hospedaje en esta ocasión fue en la hospedería Sol del Desierto, en Villavieja. Ojo que cuando buscamos el sitio en Waze, terminamos llegando al restaurante Sol del Desierto, que no es la misma hospedería. Menos mal veníamos con hambre y nos cayó bien la confusión (total, no era muy grave, pues ellos nos guiaron luego al hotel que quedaba a unas 4 calles de ahí).

Experiencia

Siendo esta la tercera vez que visitamos el desierto, quisimos plantear un recorrido diferente y alojarnos en Villavieja (las anteriores veces estuvimos en Neiva y Rivera, Huila). La ruta nos resultó muy bien, pues los chicos disfrutaron mucho del camino y el paso por Ferry. Nos gustó tanto que al regreso hicimos otro ferry para cruzar el Magdalena pero esta vez de Villavieja a Aipe y salir a la vía principal (que puede ser una opción para quienes prefieren viajar por la principal y no tener que ir hasta Neiva para regresar a Villavieja, otros 60 kilómetros).

En la Tatacoa hay muchos planes disponibles, caminatas de todos los niveles y paseos por distintas zonas del desierto. Nosotros elegimos esta vez hacer un recorrido por nuestra cuenta. Nos ocurrió algo que, en ocasiones resulta muy frustrante: varios sitios que pensábamos visitar cerrados, como el parque temático Valle de la Tatacoa (a 10 minutos caminando desde el hospedaje) o el Observatorio Astronómico de la Tatacoa. Sin embargo, como familia ya estamos acostumbrados a que, aún planificando muy bien todo (que no fue precisamente lo que hicimos para este viaje), pueden surgir imprevistos y realmente nos gozamos todo lo que ocurre y nos anima buscar opciones improvisadas en medio de la incertidumbre. Porque así es la vida también y depende de cada uno la forma como reaccionamos ante imprevistos y dificultades: por eso, la vida es un paseo.

El plan resultó muy agradable, paramos a nuestro ritmo en los lugares que nos llamaron la atención, tomamos fotos, recorrimos una parte del desierto en el día, observamos una tormenta eléctrica en la noche, encontramos muchos turistas extranjeros y tuvimos también tiempos de chill (como dicen los chicos) en el hospedaje.

El sitio

El desierto de la Tatacoa es un lugar muy bonito para visitar y con muchas posibilidades para distintas preferencias de turismo. Tiene, además, la cercanía con lugares como Neiva y Rivera, lo cual amplia aún más las posibilidades. Por ejemplo, la primera vez que fuimos, nos quedamos en Rivera y conocimos unos termales increíbles y dedicamos medio día a visitar el desierto. Para la siguiente vez que vayamos, quedaron en fila el plan de acampada y el plan de caminata con paso por el río (unas 4-5 horas, nos dicen), así como el Observatorio.

En cuanto al hospedaje, nos gustó mucho por su balance de precio y calidad. Uno puede parquear el auto frente al hostal (en la calle) o pagar una noche de parqueo en alguna de las casas aledañas, cosa que a algunos nos da tranquilidad mental (aunque nos dicen que en la calle no hay problema). La atención es buena y el lugar cuenta con una piscina muy bonita y apropiada para los niños. Nos faltó tiempo para conocer un poco más Villavieja. Para los chicos hay una heladería que nos gustó mucho, llamada Pistachos de Tatacoa, a 3 calles del hotel.

Recomendaciones de familia

Este paseo nos permitió reafirmar la resiliencia que intentamos inculcar en los chicos. Para ellos a veces resultaba especialmente frustrante tener un plan y que no se diera tal cual como lo habíamos pensado. Los viajes nos han permitido cambiar eso, para bien. Verlos caminar, explorar con tanta atención los lugares que habían visitado años atrás y algunos nuevos fue muy gratificante.

El parque temático desierto de la Tatacoa pareciera que había cerrado definitivamente. Intentamos comunicarnos y nunca nos contestaron y, a juzgar por lo que vimos en internet, no parecía haber visitas recientes. Si les da curiosidad por intentarlo, aquí encuentran los números de contacto que habían publicado en su cuenta de twitter.

Las rutas alternas son una muy buena opción que vale la pena considerar. Sin embargo, siempre es bueno hacerlo con precaución y atendiendo las recomendaciones que personas del lugar hagan al respecto.

El clima es realmente caliente y seco, por lo cual la hidratación y la protección solar requieren especial atención. No sentimos que se requiriera tanto repelente como nos dijeron, pero más vale prevenir.

Una recomendación general cuando se viaja con chicos a climas cálidos sin un plan muy definido es buscar un hospedaje con piscina, pues ese es un plan b que suele ayudar mucho ante imprevistos.

Por último, los pasos por el Ferry son muy entretenidos pero los autos bajos deben tener cuidado pues la ruta para llegar al Ferry, así como la subida/bajada misma, suele representar una dificultad y una posibilidad de golpear el auto por debajo (no es muy grave, con cuidado se puede hacer sin mayor problema)

Otros recursos

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